Mujeres 3.0: descubriendo nuevos insights

By Lina Echeverri | @linaec

Ser mujer tiene un gran significado hoy. Nuestro género tan estigmatizado en el pasado, ha logrado entre todas las subculturas que existen desmitificar las etiquetas culturales. La mujer que buscaba la igualdad en el siglo XX, no se compara con la mujer que busca hoy equidad en el siglo XXI.

Ser mujer dejó de ser un mito social para constituirse en un hito cultural. La mujer ha evolucionado. Una evolución que no se mide por el tiempo sino por los hechos. Hoy vamos hacia el camino de una nueva subcultura que denomino mujeres 3.0. Para entender este concepto quiero explicar que no hay mujeres divididas por tiempos verbales (pasado, presente y futuro) sino por las características que rodean el entorno.

Las mujeres 1.0 son quienes nos enseñan el significado de la tolerancia y persistencia, poseen el valor de la valentía. Las mujeres 2.0 representan la libertad y la búsqueda permanente por su bienestar, son competitivas. Y las mujeres 3.0 son quienes simbolizan la confianza en sí mismas y el emprendimiento femenino. Son solidarias y benevolentes. Sin importar con cuál nos identifiquemos hoy somos dueñas de nuestras decisiones y a su vez creamos nuevos insights. Algunas mujeres no se dejan intimidar por un espejo y valoran sin juzgar su cuerpo y su pensamiento por que ambos son componentes de un todo. Somos lo que hemos construido, todo enriquece la autenticidad que demanda nuestra identidad.

El marketing ya no logra segmentarnos

Nuestras diferencias nos acercan más a lo que queremos llegar a ser. Sin embargo, tenemos conductas compartidas (que no excluyen a los hombres): hemos conocido el valor del perdón, estamos reescribiendo la historia, y le estamos dando mucho valor a nuestro rol en la sociedad. Somos mujeres reales no estereotipos, mujeres que aceptamos nuestras debilidades sin temor a exponerlas.

Las mujeres están mejor hoy, pero todavía lejos de ser iguales a los hombres y más cercanas a la equidad. La liberación femenina fue confundida con el libertinaje. Y aún así la sociedad ha juzgado por miles de años el rol de la mujer. Hoy nuestra sociedad aún no está preparada para entender y dimensionar el significado de ser mujer porque tenemos paradigmas sembrados que lo seguimos propagando de generación en generación, más leve pero aún distorsionando el rol de la mujer. Hombres y mujeres deben entender que el discurso femenino se replantea en torno a la necesidad de tener una identidad, socialmente respetada y no estereotipada.

Algunas empresas comenzaron eliminar o a reducir los techos de cristal. El ascenso laboral para una mujer no es un indicador de competencia frente a los hombres, tiene un profundo significado porque representa los años de represión y ahora un escenario en el cuál tiene riqueza interior porque puede elegir. Sin embargo, si observamos en las juntas directivas la participación del género femenino es reducida casi nula. La toma de decisiones sigue en el campo masculino. Por lo anterior, desde el marketing tenemos que replantear las estrategias y más aún los mensajes que se comunican para no seguir fomentando un lenguaje que estimule la inequidad de género.

Estamos trabajando en convertirnos en mujeres alfa (confiadas), mujeres sensatas, auténticas, sin paradigmas culturales, libres de presiones sociales, protagonistas de su propia vida. Mujeres con un reto gigante: enfrentar las exigencias de una sociedad que continúa dando importancia a lo físico y poco al espíritu. No es sencillo, pero seguiremos trabajando en ello.

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